Estar de vacaciones por Arona (Tenerife) dando un tranquilo, relajante y apaciguador paseo a unos 23 grados, en pleno mes de octubre, con el mar como telón de fondo, que a estas horas la vista no alcanza a ver, pero que el oído nos ayuda a intuir, y encontrarte con una persona, cuyas arrugas y forma de expresarse, hacen concluir que
ha vivido mucho y en diferentes lugares, y cuyo proyecto personal es el que muestro en la siguiente imagen, hacen que uno se replantee su forma de vivir. Su forma de ver las cosas.
Este tipo de momentos, hacen que te des cuenta que todavía existen personas con magia, personas con valores, y sobre todo, con proyectos auténticos, bonitos, proyectos con auténtica esencia.
Lástima no haber tenido aquí un libro, alguno de mis libros favoritos, para dejar y participar en esta gran iniciativa.
Gracias, que con casi total certeza me atrevería ha asegurar que nunca me leerá, a la persona creadora de este proyecto, su proyecto, por haberme permitido, o mejor dicho, obsequiado con este gran libro, a la altura de su gran y buen hacer. Gracias de todo corazón.
Creo que la verdadera imagen, si hubiera tenido la «Cámara de los Momentos» a mano, de este viaje, tenía que ser esta.