Sí. Siento decirte que tarde o temprano vas a caer. Que en algún momento de la vida algo conseguirá que te derrumbes y que sientas tal dolor que sentirás que dentro de ti algo se desgarra para siempre. Un dolor que jamás pensaste que ibas a sentir ni padecer. Y será tan intenso y quemará tanto por dentro que notarás como te falta hasta el aliento. Pero también puedes sacar partido a estas derrotas gracias a la resiliencia.
Sí, así será y así lo sentirás. Porque las adversidades, las situaciones complicadas, forman parte de la vida. Y además lamento decirte que tendrás que enfrentarte a todo ese dolor y sufrimiento. Ya que para crecer, desarrollarse y progresar como persona hay que sufrir pero ante sobre todo, hay que afrontar y resurgir de las mismas.
Resiliencia.
Palabra diferente. Termino poco común, nada habitual se podría afirmar. Vocablo que a lo largo de mi vida, no había escuchado jamás. Adjetivo, que a no muchas personas puede atribuirse. Concepto, virtud más bien, que pocos se atreven a perseguir.
Hacer frente a las adversidades.
Sí. Vas a Sucumbir, te vas a desplomar y te vas a hundir. Pero de ti, única y exclusivamente de ti, va a depender si esa precipitación al vacío es para salir fortalecido o por el contrario, todo ese dolor no ha servido de nada.
Trasformar el dolor en fuerza motora.
Solo tú, podrás tomar la decisión que lo cambie absolutamente todo. Porque sólo aquellos que se detienen, experimentan, palpan y analizan la aflicción, tienen la capacidad de transformar ese sufrimiento en una fuerza motora. Una fuerza inigualable, capaz de hacer realidad los sueños más inalcanzables. Aquellos sueños con los que solo tu imaginación, había sido capaz de soñar hasta el momento.
Solo si te atreves, te aventuras a tener la aptitud y la actitud necesaria para canalizar sentimientos adversos, serás capaz de marcar la diferencia.
Salir fortalecido.
Marcar la diferencia resurgiendo y transformándote, en alguien distinto. Una persona fortalecida, segura de si misma, consciente del potencial que alberga su interior, con metas y objetivos claros. El tipo de persona que transmite una especia de aura sutil, diferente, casi imperceptible. Un aura que atrapa, embauca, seduce y del que no se és capaz de escapar.
Arquitecto de su alegría y su destino
Es entonces, sólo entonces, cuando decides como persona resiliente que eres, ser tu propio arquitecto y comenzar a construir. Construir desde los cimientos, cimientos fuertes, duros, y seguros, tu destino. Destino que nada ni nadie se atreverá a poner en duda, que nadie intentará impedir, porque podrán ver, observar y sobretodo sentir, que algo en ti ha cambiado. Que a través de tu mirada, la determinación esta marcada, acuñada cual metal, a fuego en tus ojos.
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Resiliencia La resilencia es la capacidad de hacer frente a las adversidades de la vida, transformar el dolor en fuerza motora para superarse y salir fortalecido de ellas. Una persona resiliente comprende que es el arquitecto de su propia alegría y su propio destino.
A todas horas, a través de diferentes medios de comunicación nos transmiten, o mejor dicho nos introducen subliminalmente, finales positivos, «finales felices». Donde no dejan de comerse las ya tan famosas perdices. Cuando en la mayoría de los casos, no es así. En gran parte de las ocasiones, las circunstancias y las decisiones determinan un final alternativo. Un final, con el que no contabas y que vas a tener que hacer frente sí o sí.
A través de la Resiliencia podremos cambiar, modificar y sobre todo transformar, una tesitura adversa en una situación favorable. Una situación que incluso en algunas circunstancias, circunstancias futuras, podrá jugar a nuestro favor.
Así que ahora, ha llegado el momento. Ahora tú, decides que hacer con tú sufrimiento. Si recrearte en él sin sacar provecho del mismo, o por el contrario extraer el mayor rendimiento posible, aprendiendo la lección y marcando esa diferencia de la que hablábamos.
¿Qué opinas, te aventuras a ser un valiente y desarrollar la resiliencia?
Carlos Ramajo para –MiFaDeLoSu–
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