Giros inesperados de la vida

Giros inesperados de la vida

El ser humano desde que es alumbrado, está como «programado» para organizar su vida con antelación. Una especie de planificación constante que caracteriza a nuestra especie y que, en este sentido, tanto la diferencia del resto de seres. Pero todas esas planificaciones que tan al detalle se ha preocupado de crear, de repente un día, desaparecen.No te resulta extraño, ¿verdad? Estoy convencido que en más de una ocasión, has podido sentir como ese proyecto en el que te habías embarcado y en el que depositabas hasta tu alma se derrumbaba; como si de un simple castillo de naipes se tratara, que tras una pequeña brisa inesperada se desvanecía dejando en forma de ruinas, todas tus ilusiones. Un castillo que creías, equivocadamente, haber construido con el material más duro y resistente no del planeta, sino del universo. Tu mundo, ahora sí, se viene abajo y con ello será necesario una nueva y diferente reorganización del mismo. En ella, tu tiempo, tus planes a corto, medio y largo plazo, las inquietudes, incluso el circulo social de amistades se verán afectados.

Pero es en este extraño punto, punto incomodo, inquietante e incluso desagradable, donde surgen los tan conocidos «giros inesperados» de la vida. Estos, no son más que sucesos que consiguen que te replantees tu forma de vida, tus prioridades  e incluso la propia existencia tal y como la tenías preconcebida o «programada». Situaciones que consiguen que las perspectivas sobre conceptos tan abstractos como la vida y sus posibilidades se alteren, cambien y den lugar a planos totalmente diferente. Vistas desiguales de aquello que tan fehacientemente creías.

Estos sucesos que normalmente tememos y en el que no gustamos encontrarnos, son los que en ocasiones dan la oportunidad de salir del letargo en el que nos hallábamos sin ser conscientes de ello. Episodios que dan lugar a difíciles decisiones en las que es necesario decantarse por una de estas dos opciones: Reconstruirse o lamentarse hasta perecer. 

A continuación, te voy a relatar la fábula del águila real:

El águila real tiene una particularidad especialmente curiosa que es lo que entre otras cualidades le da ese aura de misterioso poderío. Es uno de los animales más longevos que existen, de hecho puede llegar a vivir entre 70 u 80 años. Pero para alcanzar dicha cifra, una vez alcanzados los cuarenta debe tomar un difícil decisión. A la edad de los cuarenta años, el pico que le permite alimentarse, las alas que le posibilitan desplazarse y las garras que le ayudan a conseguir alimentos, están muy deteriorados. El águila consciente del declive y su debilitado estado, debe tomar una decisión: Acomodarse a la situación y abandonarse a su suerte dando lugar a una muerte temprana, o afrontar un difícil proceso de renovación. Un arduo proceso, consistente en 150 días en los que el águila, deberá ascender hasta un altitud elevada donde anidara próximo a una pared rocosa con el objetivo de golpear su viejo pico contra las rocas para desprenderse de él y obtener uno nuevo. Una vez superado este severo tramite, el águila comenzará a arrancarse todas y cada una de sus malogradas uñas, con la intención de producir unas nuevas que posibiliten su anterior cometido. No suficiente con todo esto, al águila le quedara un último y trabajoso proceso: Arrancarse las viejas plumas con su recién estrenado pico, para habilitar el florecimiento de unas nuevas. Una vez superado este arduo, fatigoso e insoportable proceso, el águila obtiene como recompensa a todo este sacrificio 30 o 40 años más de vida.

El águila obtiene dicha gratificación, después de un gran sacrificio prolongado en el tiempo, que no todos están dispuestos a padecer. Un acontecimientos que afrontado desde una actitud resiliente, da lugar a una renovación física y mental sin igual que posibilita una versión renovada y mejorada de si mismo. Regeneración necesaria para trabajar en el emprendimiento de nuevos y más altos vuelos. Vuelos de mayor magnitud, en esta ocasión emprendidos desde la experiencia, que le acercarán a nuevos vientos en forma de situaciones, experiencias y vivencias que de otro modo, no hubieras podido obtener.

¿Recuerdas que al inicio del párrafo anterior hacia referencia a la leyenda del águila real? Bien, esta historia no deja de ser eso, una leyenda o fábula preciosa que nos proporciona una enseñanza útil y real sobre la vida.

De modo que cuando tu «mundo» se derrumbe por el motivo que sea, recuerda la difícil decisión que debe tomar el águila de nuestra fábula. Replantéatelo como un reto personal, y obtén el mayor provecho posible del mismo modo que hace nuestro majestuoso ejemplar. ¡Afronta, crece y mejora! Tal vez un giro que no contemplas, de lugar a la aventura más maravillosos e importante de tú vida hasta el momento: La felicidad.

MiFaDeLoSu

3 comentarios de “Giros inesperados de la vida

  1. Pingback: Y tú… ¿En que momento estás? – Mi fábrica de (los) sueños

  2. Manuel dice:

    Estupenda entrada.
    Intentaré adoptar los consejos emitidos y reconstruir ese castillo de naipes que la tormenta invernal derrumbó.
    Ya había leído la fábula del águila real pero me gusta recordarla.
    Cojo el trío de palabras que aparece al final del artículo:
    Afronta. Crece. Mejora.
    Un saludo soñador.

¿Te ha gustado el post? ¡Deja un comentario!

A %d blogueros les gusta esto: