A lo largo de tu vida vivirás diferentes tipos de amor. Pero hay dos de ellos que te marcaran para siempre: El amor adolescente y el amor adulto.
Y ambos estarán determinados por la persona con la que decidas tener ese tipo de amor.
Amor adolescente
Por un lado, vivirás el amor adolescente. Sabrás identificarlo, con el tiempo, ya que se caracteriza por ser un amor más inmaduro, pasional, desenfrenado, alocado e inevitablemente, inevitable. También será fugaz, idealizado, egoísta, inestable y como no, doloroso. Quizás por todo ello, será inolvidable.
El primer amor de tu vida estará condicionado por la propia inmadurez del momento y la falta de experiencia. Eso no quiere decir que se de únicamente en la adolescencia. En no pocas ocasiones, se repetirá en la edad adulta y estará relacionado a las inevitables y existentes crisis de pareja.
Amor adulto
Por otro lado, en el extremo opuesto, en algún momento de tu vida, cansado de esos amores adolescentes que no suelen llevar a ningún sitio, sentirás el amor adulto. Este, en realidad, es el amor que merece la pena.
Será un amor mucho más responsable y serio. No tan pasional como el adolescente pero especial, bonito y sobre todo elaborado a fuego lento. Con un sabor diferente pero a su vez único. Inigualable tras su lenta pero concienzuda cocción. De esos que dices… ¡Umm! Quiero más de esto y a poder ser, todos los días de mi vida.
El amor adulto es un amor que se procesa desde el respeto, la implicación y la seguridad. Ésta última brindada por la adquisición del propio compromiso ejercido con la madurez individual y personal suficiente hacia el otro. No tendrá nada que ver con el amor adolescente pero tampoco tendrá nada que envidiar a la pésima calidad de un amor sobrevalorado como es el amor adolescente.
El amor adulto consiste es estar «ahí» siempre. Dejar de lado el egoísmo de hacer lo que uno quiere en todo momento para ceder y ajustarse a lo que lo dos desean.
Es una apuesta compartida, todo un «win to win«. Es un yo apuesto por ti pero sé porque me lo demuestras, que tú lo haces por mi.
No sé tú, pero yo me quedo con el amor adulto.
Carlos Ramajo para -MiFaDeLoSu-
Gracias por el escrito, hoy justo necesitaba algo así 🙂
Muchas gracias Marc por tu comentario. Nuestras publicaciones tienen como objetivo contribuir al bienestar emocional de las personas, así que si hoy te ha ayudado este escrito nos hace muy felices saberlo.
ME GUSTA
Qué buena entrada, gracias. Hay una frase de Jodorowsky que siempre tengo presente: «No me busques hasta que no te encuentres». Yo llevo un tiempo aplicándola en mi vida, limpiando miedos y sanando heridas. Me encanta que haya hombres hablando así del amor. Estoy convencida de que esta ‘revolución de las mujeres’que estamos viviendo es, en realidad, la revolución de los nuevos hombres y las nuevas mujeres.