Resulta interesante ser conocedor
del gran secreto del amor.
Un juego de a dos,
cuyos participantes deben jugar
con las mismas reglas
y al mismo son.
(Carlos Ramajo)
Las relaciones sentimentales comienzan de diferentes maneras. Unas lo hacen con altas dosis de pasión, otras surgen entre desconocidos que deciden no serlo tanto y otras simplemente surgen tras una larga amistad. Ejemplos que no dejan de ser pinceladas de como pueden llegar a nacer las diferentes relaciones sentimentales. Pero todas y cada una de ellas, comparten un mismo denominador común: La repentina y curiosa desaparición de las famosas mariposas del estomago.
Pasado un tiempo determinado, diferente en cada relación y persona, las mariposa que revoloteaban en el estomago deciden dejar de hacerlo y abandonan el lugar dejando un vacío que busca y necesita con premura ser ocupado. Un hueco propicio para ser reemplazado por otras mariposas que siento decirte, con el tiempo tomarán la misma decisión que sus antecesoras.
Y es que hay personas que no se enamoran de personas, sino de las mariposas que les hacen sentir en el estómago las personas. Pero el amor no son las mariposas que sientes al iniciar una relación. Eso tan solo es la química necesaria para que la relación de comienzo. El amor, el amor de verdad, el que realmente merece la pena ser vivido, es el que aparece tras ese loco tobogán de sentimientos llamado enamoramiento.
El amor de verdad, el de calidad, es la evolución del mismo amor. Es la metamorfosis que sufren las mariposas tras posarse en tu estomago. Es entender que no han desaparecido, sino que han cambiado su bonita forma para dar paso a algo más bello aún. Y como todo proceso, como cuando la oruga se transforma en mariposa, es doloroso y difícil de comprender. Pero una vez hecho, todo vuelve a cobrar sentido.
En ti, solamente en ti, está el descubrir que reside tras esas efímeras e ilusorias mariposas.
Carlos Ramajo para –MiFaDeLoSu–
Interesante lectura