El mundo no se divide entre aquellos que lo consiguen y los que no. El mundo se divide entre quienes lo intentan y los que no. La diferencia la marca el hecho de decidir aventurarse en aquello que no todos son capaces de atreverse a intentar o realizar. La diferencia está en ser un cobarde o ser un valiente.
Es cierto, que si no lo intentas, tampoco fracasarás, ni morderás el polvo. No sentirás la frustración de haberlo intentado con todas tus fuerzas y aún así, no conseguirlo. Porque el fracaso, una vez que decides intentar alcanzar un objetivo nuevo, es una posibilidad real que siempre hay que tener en cuenta. De hecho, no intentarlo te ahorrara mucho dolor, el dolor y sufrimiento que conllevan el arriesgar o salir de tu zona de confort y no alcanzar el objetivo marcado pese al esfuerzo, sacrificio y sufrimiento del camino. Sí, exactamente como estás, estás muy bien. Un lugar cómodo, agradable y confortable.
¡Déjate de tonterías! Ese lugar «de trato afable» – Con todo el significado que conlleva el término afable – es un lugar que no te deja crecer ni experimentar todos esos sentimientos y sensaciones que a pesar de no ser tan agradables, brindan una experiencia inigualable para la consecución de objetivos, metas y proyectos futuros. Porque quien no lo intenta, jamás lo consigue. Pero no consigue ni «este» ni ningún otro logro en la vida.
Aquellos que deciden quedarse, porque no deja de ser una decisión más, en ese lugar impregnado de despreocupación y en la comodidad de no haberlo intentado, no se exponen ante nada ni nadie. No son juzgados por el resultado tanto positivo como negativo obtenido tras la decisión de aceptar el «guante lanzado», no. Tan solo subsisten, perecen lentamente sin ser tan siquiera conscientes de ello. Pero no lo hacen de por vida. Siento decirte que la despreocupación y la comodidad es temporal. Porque siempre llega un momento de lucidez, un instante en el que despiertas y te das cuenta de todo aquello que dejaste pasar o escapar, por el simple hecho de no intentarlo, de no haber arriesgado o no haber puesto el alma en ello.
Lo importante no es tanto la consecución de objetivos, sino el hecho de haber decidido intentarlo. La difícil toma de decisión de seguir adelante e intentar lograr un objetivo más, es lo que te brindará un crecimiento futuro exponencial en el que los resultados llegaran por si solos.
Si algo inevitablemente va a pasar en tú vida, quieras o no, es el tiempo y con él las oportunidades. ¡Exígete a ti mismo! Si no lo haces, nadie lo hará. Recuerda: El fracaso, sólo les pertenece a los valientes que un día decidieron intentarlo.
–MiFaDeLoSu–