Ya están aquí, han llegado y lo hacen para quedarse. Gracias a las redes sociales y a aplicaciones para conocer a personas por todos conocidos, las relaciones del NO compromiso han decidido instaurarse en nuestras vidas de forma permanente. Pero… ¿En qué consisten exactamente? Quizás estés inmerso en una de ellas y ni siquiera seas consciente de ello.
Es un tipo de relación nueva. Algo desconocido hasta el momento. Si hasta ahora las relaciones tenían la lealtad y la fidelidad como valor máximo dando un lugar privilegiado a dichos valores, las relaciones del no compromiso carecen de este tipo de principios.
Las relaciones del no compromiso consisten en mantener una relación sentimental sin renunciar a la posibilidad futura de otra nueva. Es decir, dejar puertas y ventanas abiertas por si la relación en la que te encuentras embarcado fracasa o finalmente no es de tu agrado.
Una posición realmente cómoda ¿Verdad? De hecho es una actitud muy egoísta. Pero la oferta hoy en día se ha disparado de tal manera que es complicado centrarse en una sola persona. Y es que es tan amplia gracias a estas nuevas herramientas, que tener un catalogo a tu disposición es cuanto menos una tentación difícil de resistir. Máxime cuando las cosas en la relación no van bien.
¿Es posible avanzar en este tipo de relaciones?
No. Es realmente difícil un avance eficaz. Centrarse en una sola persona cuando permites que otras entren en tu vida a cortos pero prolongados intervalos de tiempo imposibilita que una relación de pareja avance adecuadamente. Sobre todo en esas etapas en las que la relación no funciona o no marcha como crees que tendría que ir. Épocas o periodos de tiempo siempre existentes en lo que resurgen las temidas dudas. Pequeñas gritas que sirven de excusa perfecta para mantener posibilidades futuras.
¿Que hacer ante este tipo de circunstancias?
En un mundo en el que la vida social virtual ha conseguido eclipsar a la real, convirtiéndose en un escaparte perfecto en el que un simple like puede dar paso a una conversación con una persona conocida o desconocida con su consiguiente flirteo, es casi imposible impedir que dichos contactos tengan lugar. No es viable un control de los movimientos de la otra persona en sus redes sociales. Ni viable, ni aconsejable. Esto no hará más que acrecentar la desconfianza conllevando mayor fractura en la relación.
La única opción posible es apostar por alguien que apueste por ti. Una persona que se centre en ti, a pesar de las diferentes opciones existentes. Una persona que se preocupe junto a ti de trabajar en la relación en la misma medida y dirección que lo haces tú.
Carlos Ramajo para –MiFaDeLoSu–