De las derrotas sufridas proviene tu fortaleza

De las derrotas sufridas, proviene tu fortaleza. Hace 6 años por estas fechas sufrí una de las mayores derrotas de mi vida. Y es que por estas fechas hace 6 años, la persona que había compartido mi vida durante aproximadamente unos 5 años, y la que yo en ese momento veía como la mujer de mi vida, decidió que no quería seguir caminando junto a mí.

Podría decirte que resulto ser un revés inesperado y que por ese motivo caí en las profundidades más oscuras y tenebrosas de mi propio ser. Pero la realidad es que no fue así. La realidad es que era y fue la crónica de una muerte anunciada desde hacía mucho tiempo. Casi tanto tiempo, como la propia relación en sí ya que se trataba de una relación Low-Cost.

Las oscuras y tenebrosas profundidades de tu ser

Te aseguro que si has pasado por ello no hace falta que te diga en qué consiste porque sabes muy bien de lo que te hablo. Si no lo has hecho, puede que sea cuestión de tiempo que lo hagas, ya que siempre va a existir algo en algún momento de tu vida que te desestabilice emocionalmente. Por eso hoy no voy a centrar este escrito en explicarte lo que sucede cuando todo, absolutamente todo se vuelve oscuro. No. Eso ya lo descubrirás por ti mismo.

Hoy voy a centrar este escrito en lo único que tienes que tener muy claro cuando te pase. Porque tarde o temprano te pasará. Y cuando suceda, puedes excusarte en el destino, culpar a una tercera persona o auto flagelarte por lo que pudiste o no hacer pero que no hiciste. También puedes buscar mil y una razones, excusas o culpables. Los encontrarás, seguro.

Y no seré yo quien te diga que no lo hagas porque forma parte del proceso de superación. Aunque la realidad es que da igual el motivo por el que las cosas suceden. Lo único que realmente importa es que suceden.